GENRE: Gay / Transgender Young Adult Romance (Spanish Edition)
LENGTH: 71,763 words
RATING:

A Anton nunca se le hubiera ocurrido pensar que alguien quisiera salir con él. Al fin y al cabo, ¿no sabe todo el mundo que nadie quiere un novio transgénero? Por eso se sorprende tanto cuando Jude Kalinowski, que parecía heterosexual, le pide una cita ... y no parece estar bromeando.

El único problema es que Jude no sabe que Anton es trans.

Anton se imagina lo que puede pasar. Jude es un buen chico, y siempre se ha dicho que los chicos buenos nunca ganan. Y Anton es transgénero, y las personas trans no tienen finales felices. Si se lo dice a Jude, podría destruirlo todo.

Y si Jude se lo dice a alguien ... la destrucción será inevitable.

EXCERPT:

Anton se relajó poco a poco mientras Jude empezaba a animarse y a ... hablar. Anton estaba empezando a darse cuenta de que cuando Jude hablaba por los codos era señal de que todo iba bien. Y Anton quería desesperadamente que todo fuera bien, así que simplemente se agarró a la mano de Jude (incluso aunque estuviese lloviendo e hiciese demasiado frío como para no llevar guantes) y dejó que el ruido le envolviese durante todo el camino a casa.

Eso hizo que para cuando entraron en casa y el olor de los espaguetis borrachos de la tía Kerry se pegaba a su ropa Anton estuviera de buen humor. A lo mejor sí podía hacer esto. A lo mejor Jude sí escuchaba, incluso si al final decidía que salir con un chico trans no era para él. Había una oportunidad, ¿verdad?

Así que cuando Lily apareció en la puerta, miró a Jude y gritó, Anton se rio.

-- ¿Qué demonios? -- dijo Jude cuando ella salió corriendo a la cocina.

-- Lily ...

-- ¡Mamá, el amigo de Anton está ardiendo en el pasillo!

-- ... es algo rara.

-- No me jo ..., eh, ¿jorobes?

-- Solo ignórala -- le aconsejó Anton, colgando sus abrigos. Sintió un ramalazo de nervios cuando Jude sonrió y le besó la oreja, pero se rio y empujó a Jude hacia la cocina --. Ve a por unas bebidas o algo.

-- Es tu casa -- dijo Jude, pero se alejó obedientemente. Anton se tomó un momento para respirar antes de seguirle.

Lily había decidido (a pesar de que ya había visto a Jude antes y no se había fijado en su pelo) que Jude estaba ardiendo y Anton tuvo que quitarle un vaso de agua de las manos antes de que acabase sobre la cabeza de Jude.

-- Nooo, ¡dámelo! -- lloró, estirándose para agarrarle del cinturón mientras dejaba el vaso en la fregadera y buscaba un par de Coca Colas en la nevera.

-- Sí, Anton, devuélveselo. A lo mejor empiezo a derretir la encimera -- dijo Jude, deslizándose sobre una de las banquetas en la isla de la cocina. La tía Kerry, ocupada con la cena, simplemente se rio de los dos.

-- ¡Estás siendo malo! -- gritó Lily, pataleando, y después se volvió hacia Jude, deslizándose sobre las baldosas para agarrar sus pantalones --. ¡Necesitas un bombero!

-- Siempre es de ese color -- dijo Jude en tono serio, pero estaba sonriendo de oreja a oreja y el corazón de Anton se encogió por lo guapo que era, a pesar de la cara destrozada.

-- No, ¡está ardiendo!

-- No, no lo está -- dijo Jude --. Soy pelirrojo.

-- ¡Eso no es pelirrojo, es fuego!

-- No, es mi pelo, es rojo.

-- Si es rojo -- dijo Lily seriamente, -- entonces por qué parece fuego, ¿eh?

-- Porque el fuego es rojo.

-- ¡No es rojo, el fuego es fuego y estás ardiendo!

-- Lily, deja en paz a Jude -- intercedió la tía Kerry.

-- ¿Jew?

Jude dejó caer su cabeza sobre la encimera tapando su carcajada con las dos manos, y Anton no pudo evitar reírse al verlo. -- Oh, Dios -- dijo --. Vamos, vamos al salón y ...

-- Nooo, no puedes, ¡incendiará el salón!

-- Lily, en serio, para con lo del fuego, no está ardiendo.

-- ¡Jew! -- gritó, y Jude se agitó como si estuviera intentando hacerse una pelota --. ¡Jew!

-- ¡Jude! -- corrigió Anton.

-- Jude -- dijo con desagrado, lanzándole a Anton una mirada matadora para una niña que no tenía todavía seis años --. ¡Jude!

-- ¿Qué? -- consiguió decir Jude, tosiendo y frotándose los ojos, todavía sonriendo.

-- ¡Dile a Tasha que pare!

Anton se quedó paralizado. Como si le hubieran tirado un cubo de agua helada por encima, todos y cada uno de sus músculos se tensaron y las latas empezaron a hacer ruido en sus manos temblorosas. -- ¡Lily! ¡Para! -- ladró la tía Kerry, pero Jude, oh Dios, el completamente ignorante Jude ...

-- Vale -- dijo --. ¿Quién es Tasha?

Lily parpadeó, y después extendió un brazo y apuntó directamente a Anton. -- Anton es Tasha -- dijo como si fuera obvio.

-- Lily, ya es sufí ...

-- Anton era Natasha pero se convirtió en Anton y mamá dice que tengo que decir él pero a veces me olvido -- continuó Lily en voz alta imposible de ignorar. Rebotó sobre las paredes y las baldosas, y una de las latas se escapó de la mano de Anton y se abrió sobre el suelo. La Coca Cola se esparció por todas partes en oleadas burbujeantes, empapándole los pantalones y los calcetines, y a través del grito indignado de Lily y el grito de la tía Kerry todo lo que podía ver era ..., era ... a Jude.

La mirada de confusión que Jude le estaba lanzando, con los ojos como platos. Y esa palabra, esa única palabra, que Anton odiaba.

-- ¿Natasha?

Anton abrió la boca, no encontró nada que decir que pudiera salvarle y tomó la única decisión posible. Salió corriendo.